Lo entendemos. Las pantallas se han convertido en una parte integral del funcionamiento de nuestra sociedad. Desde computadoras, donde se maneja gran parte de nuestro trabajo y tareas administrativas hasta poderosos teléfonos celulares que pueden realizar una multitud de tareas útiles. Podemos leer correos electrónicos, mantener calendarios, enviar mensajes de texto, verificar el clima y las actualizaciones de noticias, realizar un seguimiento de nuestros objetivos de salud y pagar las facturas. Puede resultar un desafío separarnos de estas pantallas omnipresentes.
Pero las estadísticas indican que puede ser fundamental para nuestra salud hacer el esfuerzo de hacerlo. El impacto físico es algo a considerar, como la fatiga visual y la postura, pero la tensión mental también puede ser significativa. Además, es útil considerar las actividades que están siendo expulsadas de nuestras vidas debido a que pasamos demasiado tiempo en las pantallas, como el ejercicio, el tiempo con familiares y amigos, el tiempo que pasamos al aire libre o el desarrollo de pasatiempos.
Victoria L. Dunckley M.D., autora del libro Reset Your Child’s Brain y psicóloga infantil integradora ha sopesado el impacto de las pantallas en los adultos. Ella tenía esto que decir. “El tiempo de pantalla interactivo también afecta el lóbulo frontal de un adulto, por lo que incluso el uso moderado pero diario puede hacer que los padres se desorganicen, muestren un control deficiente de los impulsos, carezcan de autodisciplina y tengan problemas para cumplir con los objetivos, incluido el establecimiento de límites de pantalla saludables. El tiempo frente a una pantalla también afecta el reloj biológico de un adulto, los niveles de melatonina y la salud física. Y, al igual que con los niños, es más probable que estos efectos ocurran si uno de los padres está estresado, no duerme bien o tiene dificultades en esas áreas para empezar.”
¡Guau! Esos son algunos efectos secundarios importantes a considerar cuando se trata de levantar el teléfono o encender la televisión. Curiosamente, una cosa a considerar no es necesariamente cuánto tiempo se pasa en una pantalla, sino la frecuencia con la que se producen las “capturas”. Cada vez que levantamos nuestro teléfono, nuestro enfoque y concentración se interrumpen, lo que resulta en un uso menos eficiente de nuestro tiempo. Y hay datos bastante buenos para respaldar esto. Según RescueTime, una aplicación desarrollada para rastrear el uso del tiempo de pantalla en los teléfonos, pasamos un promedio de 3 horas y 15 minutos en nuestros teléfonos, pero lo que es más revelador es que levantamos nuestros teléfonos en promedio al menos 58 veces al día. Lo que eso nos dice es que cada vez que alcanzamos el teléfono, nuestro enfoque y concentración se han interrumpido. Por supuesto, hay ocasiones en las que se necesita un descanso mental o tal vez estamos usando nuestro teléfono para ayudar a completar una tarea necesaria relacionada con nuestro proyecto actual, pero es cierto que gran parte de lo que hacemos en un teléfono podría considerarse una pérdida de tiempo o una frivolidad.
¿Entonces, qué puede hacerse? Aquí hay cinco consejos para ayudar a reducir el tiempo de pantalla y crear más espacio en su vida para crear, conectarse y relajarse.
1.Cree tiempos sin pantalla. Considere apagar las pantallas en ciertos momentos del día, incluidas las comidas, cuando esté con amigos y familiares, y durante la primera y última hora de estar despierto.
2. Planifique un día o unas vacaciones sin pantallas. Si bien esto puede parecer abrumador, es posible. Imprima las instrucciones con anticipación o ubique un buen mapa, traiga una guía y planifique actividades que no requieran pantallas. ¡Disfrutar!
3. Silencie o apague las notificaciones. Es difícil tomarse un descanso de las pantallas cuando constantemente nos recuerdan las razones para levantarlo con timbres, luces y zumbidos. Silencie esas notificaciones y establezca una hora designada durante el día para verificar todas las notificaciones.
4. Saque las pantallas de su habitación. Es importante tener un espacio reservado para el descanso, la relajación y la recuperación. Las pantallas pueden ensuciarse y distraer.
5. Haga contacto visual y evite su teléfono. Al conversar con personas, haga un esfuerzo por tomar un descanso de su teléfono. Las conexiones humanas son muy importantes y no quiere que su teléfono se interponga en eso.
are some significant side effects to consider when it comes to picking up your phone or flipping on the television. Interestingly, one thing to consider is not necessarily how much time is spent on a screen, but how often the “pick-ups” are occurring. Each time we pick up our phone, our focus and concentration are interrupted resulting in less efficient usage of our time. And, there is pretty good data to back this up. According to RescueTime, an app developed to track screen time usage on phones, we spend an average of 3 hours and 15 minutes on our phones, but what is more telling is that we pick up our phones on average at least 58 times a day! What that tells us is that each time we reach for the phone, our focus and concentration have been interrupted. Of course, there are times when a mental break is needed or perhaps we are using our phone to help complete a necessary task related to our current project, but admittedly much of what we do on a phone could be considered time-wasting or frivolous.
So, what can be done? Here are five tips to help pare down screen-time and to create more space in your life to create, connect, and unwind.
1.Create screen-free times. Consider shutting screens off for certain times of the day including meals, when with friends and family, and during the first and last hour of being awake.
2. Plan a screen-free day or vacation. While this may feel daunting, it is possible. Print out directions ahead of time or locate a good map, bring a guidebook, and plan activities that don’t require screens. Enjoy!
3. Silence or turn off notifications. It’s hard to take a break from screens when we are constantly being reminded of reasons to pick it up with dings, lights and buzzing. Silence those notifications and set a designated time during the day to check all notifications.
4. Kick screens out of your room. It’s important to have a space that is reserved for rest, relaxation and recuperation. Screens can get messy and distracting.
5. Make eye contact and avoid your phone. When conversing with individuals, make an effort to take a break from your phone. Human connections are so important and you don’t want your phone getting in the way of that.