Comiendo. Es esencial para nuestra supervivencia y, sin embargo, también es social y agradable. Por eso, a veces tendemos a caer en la trampa de comer cuando no es del todo necesario. Tal vez estamos en un compromiso social y sentimos que es esperado o educado. O tal vez simplemente amamos el sabor de algo y decidimos regresar por una porción más, incluso cuando sabemos que estamos llenos. Tal vez estamos en casa y sentimos que anhelamos comodidad y alcanzamos nuestra comida. Sea como sea, la realidad es que solemos comer cuando no es del todo necesario para nuestro bienestar físico.
La realidad es que comer sin sentido es bastante común. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, este año el 38% de los adultos dicen que han comido en exceso o han comido alimentos poco saludables en el último mes debido al estrés. Y, el Servicio de Investigación Económica del USDA encontró algunas tendencias sorprendentes cuando se trata de opciones dietéticas. En cuanto al consumo de alimentos en los EE. UU. como porcentaje de las calorías, solo el 12% consistió en alimentos de origen vegetal, el 25 % en alimentos de origen animal y un 63% compuesto por alimentos procesados.
Esa es una tendencia bastante preocupante considerando que los alimentos procesados están cargados de conservantes, calorías ocultas y una gran cantidad de ingredientes que son difíciles de pronunciar, y mucho menos de digerir.
Aquí es donde entra en juego la idea de la alimentación consciente. Este enfoque tiene menos que ver con lo que está comiendo y más con la forma en que aborda la comida. Es el acto de prestar atención intencionalmente a tu comida, momento a momento.
La mayoría de las dietas tienden a centrarse en reglas, restricciones o reducción de calorías con un resultado específico en mente. La alimentación consciente, por otro lado, tiene el simple objetivo de volver a centrar la atención en el acto de comer y en cómo la comida no solo nutre tu cuerpo, sino también la experiencia sensorial que tienes el privilegio de disfrutar mientras comes. Y, como nota al margen, muchas personas que practican la alimentación consciente tienden a perder peso y comienzan a seleccionar alimentos más saludables. Es una consecuencia feliz (y saludable) de tomarse el tiempo para ser intencional con la comida. En los términos más simples, las dietas generalmente están orientadas a los resultados, mientras que la alimentación consciente se trata de disfrutar el viaje.
Hay una variedad de métodos para comenzar a practicar la alimentación consciente, pero esencialmente ayuda simplemente ser consciente de lo que NO es la alimentación consciente. Comer MindLESS implica comer más allá del punto de sentirse lleno, comer en función de señales emocionales, comer solo y en momentos y lugares aleatorios o mientras se realizan múltiples tareas y comer alimentos que son emocionalmente reconfortantes. Por otro lado, comer conscientemente se trata de escuchar a tu cuerpo y detenerte cuando estás lleno, comer con otros y en horarios y lugares establecidos (y no completar otras tareas mientras comes) y comer alimentos ricos en nutrientes.
Si elige practicar la alimentación consciente, aquí hay algunos pasos simples para comenzar. ¡Recuerda disfrutar del viaje!
- Come despacio y mastica bien
- Eliminar distracciones
- Deja de comer cuando estés lleno
¡Recuerda disfrutar del viaje!