Nuestros cuerpos no crean vitamina B12 y, sin embargo, es esencial para muchos procesos fisiológicos, incluida la producción de ADN y glóbulos rojos. Por eso es tan importante obtenerlo de fuentes alimenticias como la carne, las aves, los mariscos, los productos lácteos y los huevos o un suplemento de buena calidad de forma regular.