El ritmo frenético de la vida a veces puede parecer un poco excesivo. Nos apresuramos de una cita a otra, cumplimos los plazos con una prisa frenética y nos encontramos navegando por el tráfico, las líneas ocupadas y los espacios abarrotados que enfrentan fechas límite implacables y escasez de tiempo. Es fácil pensar en los tiempos más simples en los que la vida se movía a un ritmo más cómodo, a pesar de la falta de comodidades modernas. No es sorprendente que un estudio incluido en SAGE Journals indique que el ritmo de vida aumenta significativamente a medida que los países se vuelven más desarrollados y las implicaciones para la salud no siempre son positivas. Los lugares más rápidos tienden a tener tasas más altas de muerte por enfermedad coronaria, tasas más altas de tabaquismo y mayor bienestar subjetivo.
Otro estudio indica que las personas caminan más rápido, lo que muestra un aumento general de la velocidad en todas las áreas de la vida. Este aumento de velocidad no es bueno para nuestra salud. Aumentar el factor prisa en nuestras vidas puede conducir a una alimentación inadecuada, falta de ejercicio y limitaciones para ver a amigos y familiares, lo que puede crear muchas implicaciones para la salud, especialmente ataques cardíacos.
¿Entonces, qué puede hacerse? Si bien es posible que no podamos controlar por completo el ritmo que nos ofrece la vida, podemos controlar nuestro enfoque. La meditación es clave para ayudarnos a mantener una presencia interior tranquila a pesar de la agitada energía que nos rodea. Esencialmente, la meditación es la práctica regular de entrenar la mente para concentrarse y bloquear las distracciones con el fin de entrar en un espacio de calma y tranquilidad. Puedes practicar la meditación por tu cuenta o existen muchas formas de meditación guiada que también pueden ser útiles.
Los beneficios de la meditación son infinitos. Algunos de ellos incluyen un mejor enfoque y concentración, menores niveles de ansiedad, estrés y depresión, mayor autoestima y una mayor sensación de bienestar y amabilidad hacia los demás.
Los beneficios de la meditación son indudablemente atractivos, pero algunos de ustedes se estarán preguntando cómo encontrarán tiempo para adaptar esta práctica a un horario ya agitado. ¡No temer! Puede darse cuenta de los beneficios de la meditación en solo unos minutos cada día.
Tómese unas vacaciones mentales todos los días al incluir la meditación en su horario o simplemente reserve unos minutos mientras hace la transición a través de diferentes partes de su día. Pase unos minutos tranquilos antes de comer, antes de irse a la cama o después de levantarse por la mañana. ¡Tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán!